Eddie Hall, conocido por su asombrosa hazaña al coronarse como el hombre más fuerte del mundo en 2017, ha revelado los sacrificios que casi le cuestan la vida. El británico, que alcanzó un peso de 195,5 kg y una altura de 1,88 metros, relata cómo su extrema rutina alimentaria y de entrenamiento lo llevaron al límite, llegando a consumir hasta 12.000 calorías al día.
Con apenas 30 años, Hall logró levantar la increíble cifra de 500 kg, un récord que lo posicionó en la élite del strongman. Sin embargo, este esfuerzo tuvo un alto costo para su salud. “Llegar a ese punto significó vivir una vida casi inhumana, donde constantemente debía estar comiendo algo. Mi cuerpo siempre estaba en modo de consumo de combustible”, explicó Hall. Los médicos le advirtieron que, de continuar con esa dieta y estilo de vida, podría haber sufrido un ataque cardíaco, un derrame cerebral o incluso fallos hepáticos y renales.
Las Consecuencias de Ser el Más Fuerte
A lo largo de su carrera como strongman, Hall experimentó importantes problemas físicos debido a su enorme tamaño. «Hacer cosas simples, como ponerme los calcetines o subir escaleras, se convirtió en una auténtica pesadilla. Pesaba 195 kilos, pero levantar 500 kg era lo fácil», comentó el británico en una entrevista reciente.
Sus análisis médicos reflejaron el impacto de su estilo de vida, con niveles anormales en sus riñones e hígado. A pesar de las advertencias, Hall continuó su camino hasta alcanzar la cima del World’s Strongest Man en 2017. «Realmente estuve al borde de un colapso físico. Afortunadamente, nunca sucedió nada grave, pero un médico me pidió en más de una ocasión que me detuviera», añadió Hall.
Un Nuevo Comienzo en las Artes Marciales Mixtas
Después de retirarse del mundo del strongman en 2017, Hall ha comenzado una nueva etapa como luchador de MMA (Artes Marciales Mixtas). A sus 36 años, Hall ha logrado transformar su físico y, con ello, su vida. Ahora, con un peso mucho más saludable, se siente en excelente forma física y mental.
«Me siento increíble. Puedo hacer cosas que antes eran imposibles, como jugar con mis hijos o simplemente vivir una vida normal. Ser luchador de MMA me ha permitido mantener mi competitividad, pero de una manera mucho más sana», dijo Hall, quien ha mostrado gran entusiasmo en su nueva carrera en las artes marciales.
Hall, apodado “La Bestia”, sigue demostrando que su capacidad para superar límites no tiene fronteras, aunque esta vez lo hace de una manera más equilibrada, enfocado en su salud y bienestar a largo plazo.