Los Dallas Cowboys han asegurado a su receptor estelar, CeeDee Lamb, con una extensión de contrato a largo plazo, lo que ha permitido al equipo y a los aficionados respirar aliviados en cuanto al futuro de su ofensiva. Sin embargo, la atención ahora se ha desplazado hacia el mariscal de campo Dak Prescott, cuya situación contractual sigue en el aire. Aunque asegurar el futuro de Prescott es una prioridad para el equipo, el propietario Jerry Jones ha dejado claro que no tienen prisa por cerrar un nuevo acuerdo antes de que inicie la temporada regular el 8 de septiembre contra los Cleveland Browns.
Jerry Jones: «No necesitamos terminar esto antes de la temporada»
En declaraciones recientes, Jones expresó que, si bien las conversaciones están en marcha, no existe una necesidad apremiante de finalizar la extensión de contrato de Prescott antes del inicio de la temporada. «No necesitamos terminar esto antes de la temporada», dijo Jones a Clarence Hill, un reportero que cubre a los Cowboys. Según el propietario del equipo, tanto el cuerpo técnico como Prescott están enfocados en tener una temporada exitosa, y apresurar un acuerdo podría no ser la mejor opción en este momento.
Jones, sin embargo, se mostró optimista sobre la permanencia de Prescott en Dallas a largo plazo: «Mi pensamiento aquí es que tendremos a Dak como QB de los Cowboys en 2025 y más allá. Pero todo lo que voy a decir es esto: aún no está terminado». Esta declaración resalta la confianza del equipo en el talento de Prescott, aunque también deja entrever la complejidad y el desafío que supone cerrar un acuerdo tan importante.
Un contrato en el limbo
Prescott está entrando en el último año de su contrato de cuatro años, valorado en $160 millones, el cual conlleva un impacto considerable en el tope salarial de $55 millones para esta temporada. Si los Cowboys no logran asegurar una extensión antes de 2025, el equipo podría enfrentarse a un golpe financiero significativo, con $40 millones en el tope salarial muerto. Además, la situación se complica aún más por las cláusulas de no canje y no etiqueta en el contrato de Prescott, lo que le permitiría probar el mercado de agentes libres y potencialmente exigir hasta $60 millones por año en un nuevo acuerdo.
A pesar de estos desafíos, los Cowboys no están poniendo un plazo estricto a las negociaciones. A diferencia de otros equipos que detienen las conversaciones contractuales una vez que comienza la temporada, Dallas está dispuesto a continuar las discusiones durante toda la campaña. Jones, aunque cauteloso, expresó su confianza en que el equipo y Prescott podrán llegar a un acuerdo. «Creo que sí. Estoy… Pero confiado no es una palabra para mí aquí. Siento que creo que podemos hacerlo. Todavía no lo hemos resuelto».
Un Déjà Vu en las Negociaciones
La situación actual recuerda al largo proceso de negociación que condujo al contrato actual de Prescott, el cual tomó dos años de conversaciones antes de ser firmado. Ahora, los Cowboys se encuentran en una posición similar, con otra extensión aún en el limbo después de dos años de negociaciones. A pesar de todo, Jones sigue firme en su creencia en la capacidad de Prescott para liderar al equipo hacia el éxito, a pesar del récord de postemporada de 2-5 del mariscal de campo. «Sí, no tengo dudas. Sí, podemos ganar con Dak», afirmó Jones.
El verdadero desafío para los Cowboys no solo es asegurar a Prescott con un contrato a largo plazo, sino también evitar que el mariscal de campo pruebe el mercado de agentes libres en 2025. Si no logran firmarlo, el equipo podría enfrentarse a la abrumadora tarea de encontrar un nuevo mariscal de campo titular para la temporada 2025, lo que añadiría aún más incertidumbre al futuro de la franquicia.
El Nuevo Contrato que Refuerza el Futuro de los Dallas Cowboys