En una jornada llena de desafíos y con un trasfondo de preocupación ambiental, Carolina Velásquez se convirtió en la primera triatleta colombiana en competir en la prueba olímpica desde Sidney 2000. El miércoles, la competencia femenina de triatlón de los Juegos Olímpicos de París 2024 se llevó a cabo en medio de controversias y altas expectativas.
El río Sena, uno de los íconos más reconocibles de París, se convirtió en el centro de atención por razones que iban más allá de su belleza escénica. Horas antes de la competencia, se registraron altos niveles de contaminación en el agua, lo que llevó a los organizadores a posponer la prueba masculina un día. Afortunadamente, las mediciones realizadas el miércoles indicaron una mejora significativa en la calidad del agua, permitiendo que la competencia femenina se desarrollara según lo planeado.
Carolina Velásquez inició su desafío olímpico con la etapa de natación en el Sena, donde las corrientes fuertes jugaron un papel crucial. A pesar de su esfuerzo, Velásquez perdió tiempo valioso debido a las difíciles condiciones del agua, que afectaron a varias competidoras. El río, aunque mejorado en calidad, no fue un aliado fácil para las atletas.
La etapa de ciclismo presentó su propio conjunto de dificultades. Determinada a recuperar el tiempo perdido, Velásquez aceleró su ritmo, pero una caída inoportuna y problemas mecánicos en su bicicleta la hicieron retroceder. Los raspones en su costado derecho fueron un testimonio de su lucha y determinación. Sin embargo, estos contratiempos no quebrantaron su espíritu combativo.
Con una voluntad inquebrantable, Velásquez afrontó el tramo final de la triatlón: la carrera a pie. Fue en esta etapa donde la colombiana mostró su verdadera fortaleza. A pesar de los desafíos previos, mejoró significativamente sus tiempos, adelantando varias posiciones y cruzando la meta con un tiempo final de 2 horas, 2 minutos y 13 segundos.
Carolina Velásquez culminó su participación en el puesto 37, el mismo que ocupó María Morales en Sidney 2000. Esta coincidencia histórica resalta la persistencia y el esfuerzo de las triatletas colombianas a lo largo de los años. La actuación de Velásquez no solo marca un regreso notable de Colombia a la triatlón olímpica femenina, sino que también establece un estándar para futuras generaciones.
En contraste con las luchas personales de Velásquez, la francesa Cassandre Beaugrand se coronó campeona olímpica con un impresionante tiempo de 1 hora, 54 minutos y 55 segundos. Su desempeño destacó en una competencia que, a pesar de los desafíos, fue un testimonio de la excelencia y la perseverancia atlética.